Cambio Climático y sus Implicaciones en la Conservación de la Biodiversidad en México

Universidad Nacional Autónoma de México

Hernández, G. Gases de efecto invernadero de orden pecuario, San Luis Potosí. Licenciada en Geografía. UNAM.

México enfrenta condiciones alarmantes de contaminación atmosférica y de mantos, deforestación, escasez de agua y cambios de uso de suelo, por citar algunos ejemplos. Estas actividades están relacionadas fuertemente con el crecimiento de los centros de población.

La ciudad de San Luis Potosí, México, se ha desarrollado alrededor de una gran actividad industrial minero-metalúrgica con más de un siglo de operaciones que han incrementado los niveles de contaminación por partículas con elementos pesados lo que ha provocado problemas de salud en la población. Sin embargo, el alto desarrollo industrial ha dado lugar al establecimiento de otras actividades importantes, tal es el caso de la ganadería. La ganadería tiene lugar en casi cualquier clima y parte del mundo, desde los sistemas de producción intensiva a aquellos en los que los animales pastan libremente.

Es una actividad económica que tiene gran importancia para el ser humano por ser fuente de alimentos básicos para la población. En nuestro país, esta actividad representa una fuente de ingresos superiores a las demás actividades primarias.

Hay que considerar que la ganadería es una de las actividades que más generan emisiones de metano (CH4), afectando la capa de ozono y contribuyendo al calentamiento global. El metano tiene un grado de calentamiento de la tierra 23 veces mayor al CO2. El CH4 es emitido por la descomposición bacteriana del rumen.

La cría de ganado es una fuente de emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera; tanto la fermentación entérica cómo el manejo del estiércol, son de las principales fuentes de metano de ésta actividad, emitido principalmente por lo animales rumiantes (ganado bovino y ovino) que son los que mayores emisiones mandan a la atmósfera, además de los animales no rumiantes (ganado porcino) sin dejar de lado a las aves de corral.

Para calcular todas las emisiones se utilizan las directrices del IPCC, con apoyo de la guía de buenas prácticas del mismo organismo.