Antecedentes
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En los últimos años diversos estudios indican que de los tres elementos del cambio global: cambio de uso de suelo, pérdida de la biodiversidad y cambio climático, este último es el fenómeno que ha merecido mayor atención a nivel internacional ya que los dos primeros pueden enfrentarse y disminuir bajo estrategias de desarrollo sustentable. Sin embargo a las tasas cambio en las temperaturas actuales del planeta, es aún difícil que las emisiones de gases de efecto invernadero y sus emisiones puedan disminuir en los siguientes años. Ante ello, la opción más viable para enfrentar el cambio climático es la adaptación.
Los ecosistemas, sectores productivos humanos, sociedades rurales y urbanas así como todos sistemas económicos del planeta son ahora altamente vulnerables a los impactos del cambio climático. El grado de vulnerabilidad se relaciona con el grado de exposición a un riesgo de tipo climático (amenaza) y a la probabilidad de que es amenaza ocasiones cambios importantes en un sistema o una sociedad (peligro). En la medida en que los sistemas naturales y humanos se encuentren preparados para enfrentar la amenaza, estarán disminuyendo su vulnerabilidad al cambio climático.
En este sentido, el objetivo de la adaptación al cambio climático es disminuir la vulnerabilidad. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el desarrollo, la adaptación es un proceso mediante el cual individuos, comunidades y países buscan formas para enfrentar las consecuencias del cambio climático (PNUD 2005). El proceso de adaptación no es nuevo, pero sí lo es la idea de incorporar riesgos climáticos futuros al proceso de formulación de políticas.
La pérdida de la biodiversidad en a escala planetaria enfrenta graves problemas, por ejemplo, la Convención de Diversidad Biológica (CBD) indicó que cada día se pierden alrededor de 150 especies. La mayor parte de esta pérdida está asociada a la disminución de bosques y selvas en el planeta. En México se pierden alrededor de 700 mil has de dichos habitats anualmente (Semarnat 2009). Obviamente, las especies más amenazadas son aquellas cuyo nicho se encuentra espacialmente restringido. Ante este escenario actual, muchas iniciativas internacionales se han presentado. La Convención de Biodiversidad ante el fenómeno del cambio climático ha presentado una serie de iniciativas encaminadas a diminuir la vulnerabilidad de la los componentes de la biodiversidad mundial: especies, ecosistemas y genes (CBD 2009). Dentro de dichos mecanismos se establecen mensajes clave en torno a la protección y adaptación de la biodiversidad ante el cambio climático:
1. Cambios en el clima afectan la biodiversidad pero también cambios en la biodiversidad afectan el clima.
2. Cambios observados en el clima ya tienen efectos adversos en la biodiversidad y los cambios futuros en la biodiversidad son inevitables.
3. La resiliencia de la biodiversidad puede mejorarse si se reducen los estresores no climáticos en combinación con manejo sustentable.
4. La adaptación basada en ecosistemas (integra el uso de la biodiversidad y servicios ecosistémicos) puede generar beneficios económicos y contribuir a la conservación.
5. Un portafolio de actividades de reducción de emisiones (REDD) puede contribuir a la mitigación.
6. Actividades de adaptación a los impactos adversos del clima pueden disminuir sus efectos negativos.
7. Considerar el valor económico y no económico de los ecosistemas y sus servicios pueden ser benéficos cuando se implementan actividades relacionadas con el cambio climático.
En México, instituciones gubernamentales como la Semarnat y el Instituto Nacional de Ecología (INE) han establecido compromisos (no obligatorios) ante la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) y la Convención de Biodiversidad (CBD) para implantar una serie de políticas y directrices clave ante los dos ejes de acción ante el cambio climático: adaptación y mitigación. Entendiendo como adaptación aquellas acciones encaminadas a proteger la integridad de los ecosistemas, reducir el riesgo de los impactos de eventos meteorológicos extremos tales como tormentas, sequías y elevación del nivel del mar, así como mantener los servicios ecosistémicos que ayudan a las sociedades humanas a enfrentar las sequías, la disminución de las pesquerías y la pérdida de productividad agrícola causada por el cambio climático. Por otro lado la mitigación procura prevenir la pérdida de carbono presente en suelos y vegetación así como capturar bióxido de carbono de la atmósfera en los ecosistemas naturales (CBD, 2010).
Ambas iniciativas, la de cambio climático y la de biodiversidad, en México han quedado establecidas en el la Estrategia Nacional de Cambio Climático (Semarnat 2007) y el Programa Especial de Cambio Climático (PECC 2009) cuyas metas específicas deben ser cumplidas por el las secretarías de estado, instituciones sociales y redes académicas con el fin de garantizar la disminución de la vulnerabilidad de los sectores productivos y naturales del país ante el calentamiento global.
Ante este reto coyuntural se han abierto varias líneas de investigación académica al respecto. De manera específica, en este grupo de trabajo se cuenta con antecedentes de trabajo en las líneas de investigación de ecosistemas y cambio climático tales como los estudios de tres proyectos: 1) Proyecto de Adaptación Tlaxcala (2006) Proyecto Piloto de Adaptación del Cambio Climático en los Humedales Costeros del Golfo de México (INE, 2009) y La Estrategia de Cambio Climático de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp 2010). Por ello, se ha diseñado este proyecto de investigación para continuar en la promoción de las estrategias de adaptación al cambio climático dentro del campo geográfico el ámbito local y regional. Dicha tarea debe ser llevada a cabo con la participación de actores locales de acuerdo con las metodologías recomendadas por el PNUD, tal como el Marco de Políticas de Adaptación (PNUD 2005).
En este estudio se identificarán por un lado, la vulnerabilidad al cambio climático a través de la generación de escenarios de impactos del cambio en las condiciones térmicas y pluviométricas de tres sitios piloto. Se identificarán los sectores y sistemas naturales más vulnerables así como las actividades económicas que se verán afectadas. Mediante herramientas participativas se obtendrán las líneas estratégicas de adaptación principales para cada sitio. Con el apoyo de los instrumentos actuales de adaptación tales como la Estrategia de Cambio Climático de Áreas Protegidas y El Programa Especial de Cambio Climático se identificarán aquellos programas y metas viables y acordes con la problemática y capacidades locales en el corto y mediano plazo.
Los sitios de estudio pretenden abarcar una variedad ecosistémica del país, zonas costeras, selvas altas y bajas y bosques, con la finalidad de contrastar la problemática y las soluciones ante la amenaza climática en un contexto regional. Las regiones bajo estudio son: 1) La Reserva de la Biosfera de Sian Ka´an, Q. Roo., 2) La Reseva de la Biosfera Calakmul, Camp., 3) La Laguna de El Carmen-Pajonal-Machona, Tab. y 4) La Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, Qro-Gto.